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Las cabañuelas del Chocó

Grupo de personas escuchando al presidente de Colombia
Evento con el Presidente de la República. Quibdó, 27 de enero de 2024, Coliseo Wladimiro Garcés Machado. FOTO: Presidencia.

Por Julio César Uribe Hermocillo


Según la creencia popular heredada de la tradición española, el clima de los primeros doce días de enero es indicativo de lo que será el clima durante los doce meses del año. Estas son las llamadas cabañuelas. En ese mismo sentido predictivo, ¿se podrían tomar como referentes los hechos que marcaron el mes de enero que llega a su fin, para prefigurar cómo será el año 2024 en otros aspectos de la realidad social, política, cultural, económica, institucional...? Si así fuera, podría decirse que el año 2024 traerá una mezcla de sinsabores y esperanzas para el Chocó. Con la ventaja de que, a diferencia de los augurios climáticos, es posible que en el caso de la situación regional el cumplimiento de algunos hechos positivos impida la ocurrencia de otros menos positivos o negativos.


Dos secuestros en una carretera…


Apenas comenzaba el año cuando, el 6 de enero, fueron secuestrados en la carretera Quibdó-Istmina dos funcionarios chocoanos: uno de la Registraduría Nacional y otro del SENA, que fueron liberados el 23 de enero, sin que aún se tenga claro, por lo menos públicamente, quiénes y por qué los secuestraron y qué razones motivaron su liberación. Con una marcha por las calles de Quibdó, encabezada por la Gobernadora del Departamento, el pueblo del Chocó había protestado y exigido la inmediata liberación de los dos secuestrados, en la mañana del 11 de enero.


…y un desastre en la otra


Un poco más de veinticuatro horas después, a las 5 de la tarde del 12 de enero, cuando la Gobernadora apenas estaba terminando de presidir el Consejo de Seguridad en el cual se analizaba con todas las autoridades la situación generada por el secuestro de los dos funcionarios; un alud sepultó una casa en la carretera Quibdó-Medellín, provocando una enorme y dolorosa tragedia. “Bajo el peso de media montaña, que se les vino encima mientras se resguardaban de un aguacero diluvial y esperaban que se autorizara la reanudación del tráfico, interrumpido por varios derrumbes, 40 personas murieron, 20 sobrevivieron y por lo menos 1 no fue hallada, en la carretera que de Quibdó conduce a Medellín; el viernes 12 de enero de 2024, a las 5 horas de una tarde gélida y oscura, en un punto conocido como El 17, que forma parte de un paraje denominado Las Toldas, en límites entre los municipios de Lloró y El Carmen de Atrato, en el Departamento del Chocó”[1].


El 14 de enero, el Presidente de la República visitó la zona de la tragedia, en compañía de la Gobernadora del Chocó y de funcionarios del orden nacional. Allí anunció la expedición de un decreto declarando oficialmente el desastre, lo cual permitiría disponer inmediatamente de 300.000 millones de pesos para acometer el aseguramiento de taludes en todas las montañas a lo largo de esta carretera, conocida como la trocha de la muerte. El Presidente anunció que el jueves de esa semana, 18 de enero, durante varios días, el gobierno nacional se trasladaría a Quibdó para concretar los anuncios hechos al pie de aquella montaña recién derrumbada. Más de una semana necesitó el personal regional y nacional de gestión del riesgo de desastres para culminar el penoso, riesgoso y difícil trabajo de rescatar a las víctimas y devolver a sus familias un poco de sosiego en medio de tanto y tan grande dolor.


Anuncios y compromisos


El miércoles 17 de enero aún continuaban las difíciles faenas de rescate de las víctimas de la triste tragedia en la trocha de la muerte y persistía la zozobra de no saber nada cierto sobre los dos funcionarios secuestrados en la carretera que comunica a las antiguas provincias del Atrato y el San Juan. No obstante, en Quibdó, Nubia Carolina Córdoba Curi, Gobernadora del Chocó, luego de más de una semana en vilo y en vela, agravada por el desastre de la trocha, inauguró la primera reunión cumbre de alcaldes y alcaldesas del Chocó, a la cual acudieron, por orden directa del Presidente de la República, varios ministros y responsables de oficinas estatales nacionales; dando comienzo a la elaboración de un listado numeroso y variado, complejo y costoso, de compromisos gubernamentales de la Nación con el Chocó, cuya refrendación final se produjo con la presencia del Presidente, en Istmina y en Quibdó, el viernes 26 y el sábado 27 de enero.


El evento en Quibdó fue el remate o colofón de una gira del presidente y sus ministros, denominada "Gobierno con el Pueblo-Región Pacífico", que arrancó a principios de la semana en el Pacífico Sur. Allí, además de la sugestiva intervención de una estudiante de 14 años, Zary Maireli Da Silva Balanta, sobre los problemas de la educación y la juventud en Timbiquí (Cauca)[2], y de la resonante frase de Diana Palacios, alcaldesa de El Charco, Nariño: "Las mujeres ya no lloramos, las mujeres gobernamos"; la nota predominante fueron los discursos y reclamos de las comunidades negras e indígenas requiriendo -como lo hacen cada cuatro años- la atención de necesidades y aspiraciones mínimas como alumbrado y electricidad; edificaciones dignas, mobiliario, computadores y agua potable para las escuelas y los colegios; apoyo económico y proyectos productivos, para evitar la vinculación de la gente a la producción de rentas ilegales por narcotráfico o extracción ilícita de minerales; puestos de salud y hospitales; títulos colectivos de tierras históricamente pobladas y heredadas; ofertas concretas de educación superior, sin costo y al alcance de la gente, especialmente de los jóvenes, cuya vida de reclutados a la fuerza por grupos armados no se cambia así nomás por unos cuantos escenarios deportivos y unos cuantos grupos de música, baile o teatro… El Gobierno Nacional hizo compromisos billonarios de inversión para atender problemas históricos y prioritarios de los municipios del Pacífico nariñense y caucano, y del Departamento del Chocó.


Gobernadora del Chocó y Alcalde de Quibdó
Nubia Carolina Córdoba Curi, Gobernadora del Chocó. Rafael Andrés Bolaños Pino, Alcalde de Quibdó. FOTOS: X - @NubiaCarolinaCC y @rafaelbolsp

Augurios y esperanzas


A pesar del peso de la tragedia de la carretera hacia Medellín y de los enigmáticos secuestros en la carretera hacia Istmina, el 2024 en el Chocó había comenzado con una luz de esperanza: la posesión pública en el malecón del río Atrato, en Quibdó, de la Gobernadora del Chocó, a quien todavía muchos simpatizantes le gritan como en su campaña electoral: “Nubia Carolina, gobiérname”; y del Alcalde de Quibdó, Rafael Andrés Bolaños Pino, a quien todo el mundo conoce y nombra como Teddy, y de quien los quibdoseños esperan que recupere la ciudad y el municipio, como lo prometió en su lema de campaña. Estos dos jóvenes profesionales, cuya sola presencia pareciera refrescar cualquier escenario, despiertan fervor y esperanza como hace décadas no sucedía en la escena política municipal y departamental de Quibdó y del Chocó; al punto que en Quibdó se viene generalizando la idea de que, si no es ahora, con ella y él, difícilmente después se podrá dar comienzo a las transformaciones necesarias para enrutar el departamento y su capital hacia condiciones locales y regionales de vida enmarcadas en la garantía de derechos y en la dignidad.


Inspiración


Las efemérides de dos de los más grandes intelectuales de la historia del Chocó: Rogerio Velásquez Murillo[3], de cuyo fallecimiento se cumplieron cincuenta y nueve años, el 7 de enero, y a cuya memoria será dedicada la Cátedra Chocó 2024, del ICAHN; y Arnoldo Palacios[4], cuyo centenario de nacimiento, cumplido el 20 de enero, será motivo de celebraciones del sector cultural durante todo el año; son también augurios de los buenos tiempos que el 2024 puede traer para el Chocó. 


La conmemoración de los cien años de inaugurado que en octubre cumple el deslucido templete en homenaje a otro chocoano ilustre, César Conto[5], situado en la esquina noroccidental del aún más deslucido Parque Centenario, de Quibdó[6], también podría ser buen augurio de un 2024 más justo y edificante para el futuro de "esta tierra de Dios que se hurtó el Diablo", como escribió hace medio siglo el Poeta de la Chocoanidad, Miguel A. Caicedo. 


Al fin y al cabo, Rogerio Velásquez, Arnoldo Palacios y César Conto son ejemplos reales de cómo hacer digno al Chocó, así muchos ni siquiera sepan ellos tres quiénes son. Y bien podrían el Alcalde y la Gobernadora, apoyados en el Gobierno Nacional, inspirarse en ellos y en otras figuras que le dieron dignidad y grandeza a esta tierra, para convertir en realidades sus mejores propósitos, promesas e intenciones, y lograr así que el 2024 y todo su periodo de gobierno estén marcados por las mejores cabañuelas de este enero, su primer mes como mandatarios.


 

[1] Trocha, tragedia y tristeza en el Chocó. El Guarengue, lunes 15 de enero de 2024.

[2] https://x.com/infopresidencia/status/1750645374300139933?s=20 Adicionalmente, un resumen completo de los anuncios y promesas de inversión en la región del Pacífico por parte del gobierno nacional se puede leer en: RESUMEN / Anuncios del Gobierno con el Pueblo en el Litoral Pacífico: https://petro.presidencia.gov.co/prensa/Paginas/RESUMEN-Anuncios-del-Gobierno-con-el-Pueblo-en-el-Litoral-Pacifico-240128.aspx

[3] Rogerio Velásquez: un pionero, un precursor. El Guarengue, 8 de enero de 2024.

[4] El centenario de un prodigio: 100 años del nacimiento de Arnoldo Palacios. El Guarengue, 22 de enero de 2024. https://miguarengue.blogspot.com/2024/01/el-centenario-de-un-prodigio-100-anos.html

[5] El dilecto hijo de Quibdó. El Guarengue, 1° de julio de 2019. https://miguarengue.blogspot.com/2019/07/el-dilecto-hijo-dequibdo-monumento-en.html

[6] El Parque Centenario o las ruinas de la Historia del Chocó. El Guarengue, 17 de julio de 2023. https://miguarengue.blogspot.com/2023/07/el-parque-centenario-o-las-ruinas-de-la.html

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