Desde hace 18 años el cantante Juanes creó la Fundación Mi Sangre para impulsar iniciativas sociales principalmente para jóvenes. Ahora, trabaja en el proyecto Futuros Urbanos, que tiene que ver con sistemas de seguridad alimentaria más conscientes y equitativos para todos.
Un sistema alimentario abarca todas las actividades relacionadas con la producción, procesamiento, distribución y consumo de alimentos. En el Valle de Aburrá, el 5% de las y los productores residentes corresponden a jóvenes menores de 25 años, y el 17% tienen más de 65 años, lo que indica una gran brecha generacional en la producción de alimentos. Por otro lado, el 72,9% de las Unidades Productivas Agropecuarias (UPA) tienen acceso limitado a factores productivos como agua, maquinaria, infraestructura y asistencia técnica, lo que dificulta la productividad y resiliencia del sistema alimentario local. Estos datos son apenas una degustación de la inmensa complejidad de los sistemas alimentarios y de los desafíos que representan.
El objetivo principal de Futuros Urbanos a nivel global es el desarrollo de sistemas alimentarios más inclusivos y resilientes a los efectos adversos climáticos, con un enfoque en la participación y liderazgo de los jóvenes, la equidad de género y la activa inclusión de la sociedad civil. Este programa global inició en el 2023 con la financiación de la Fundación Botnar y la gestión de HIVOS junto con la Asociación Global RUAF, se desarrolla de manera simultánea en diez ciudades intermedias de cinco países diferentes: Chongwe y Kitwe en Zambia; Mutare y Bulawayo en Zimbabue; y Bandung y West Manggarai en Indonesia; Quito - Chocó Andino y Manpanor en Ecuador; Medellín y Cali en Colombia.
“Desde hace 20 años existimos como asociación de mujeres campesinas para entender cuáles eran las necesidades de las mujeres y el futuro en el campo. Empezamos a construir una idea de cómo teníamos derecho a la tierra y a romper ese patriarcado de que las mujeres no podían manejar los cultivos. Este proyecto (Futuros Urbanos) nos hace ver que todo ha valido la pena, pues tenemos un gran aliado, como es la Fundación Mi Sangre para seguir generando conciencia alimentaria y lograr vincular más jóvenes al campo”, Nora Nelly Bedoya, miembro de la Asociación de mujeres campesinas Siemprevivas.
La Fundación Mi Sangre es la entidad aliada de este programa para su implementación en Medellín, y se conecta a este propósito como una organización con 18 años de trabajo en el país potenciando liderazgos y promoviendo cambios sistémicos, así, se suma a este sueño de avanzar juntos hacia un sistema alimentario resiliente e inclusivo en la ciudad región de Medellín. Es por esto, que desde el año pasado, junto con representantes de más de 60 entidades como FOLU, FAO, Gobernación de Antioquia, Universidad de Antioquia, Mujeres Siemprevivas, Arvenses, Mutante, entre otras que cuentan con una trayectoria en acciones desde las distintas dimensiones y componentes que conforman el sistema alimentario de la ciudad-región, se han adelantado encuentros, talleres y entrevistas que permitieron la construcción de una caracterización y el establecimiento de una estrategia de ciudad para los próximos cuatro años.
“El proceso de co-creación nos ha permitido reconocer la trayectoria de las organizaciones que vienen trabajando este tema desde hace mucho tiempo y, además, escuchar, dialogar y construir confianza… Nos ha invitado a poner sobre una mesa común lo que soñamos para nuestro sistema alimentario, comprendiendo que sólo serán posibles las transformaciones que queremos y que necesitamos, si trabajamos de manera conjunta”, comenta Pedro Fajardo, director ejecutivo de la Fundación Mi Sangre.
La estrategia Futuros Urbanos Medellín, ciudad-región, contempla tres propósitos a largo plazo:
Lograr un cambio en patrones de consumo de alimentos y disminución en la pérdida y desperdicio de alimentos, a partir de estrategias y campañas enfocadas en el posicionamiento de narrativas transformadoras.
Fortalecer las capacidades de liderazgo de jóvenes y mujeres que derive en su incidencia en espacios de toma de decisión y en la agenda pública.
Impulsar iniciativas que incrementen la resiliencia del sistema alimentario.
Doris Ortiz, coordinadora regional de Futuros Urbanos para Latinoamérica, explica que “la decisión de elegir a Medellín como una de las ciudades para la implementación del programa, obedeció a que hicimos un ejercicio de evaluación en el que evidenciamos que ya cuentan con organizaciones, políticas, plataformas de gobernanza y proyectos ciudadanos con una sólida trayectoria en el tema; sumado a esto está el potencial del trabajo con jóvenes y mujeres. Encontramos en Medellín y sus regiones aledañas muchísimas iniciativas lideradas por esta población que queremos acompañar y fortalecer".
Desde la fundación se reconoce la importancia de la conexión que debe haber entre lo urbano y lo rural. Por eso, celebra las diferentes labores, programas e iniciativas, que desde el Suroeste antioqueño se han construido para el futuro del campo.
La mesa está servida para avanzar con el liderazgo de las jóvenes y mujeres de Medellín, ciudad - región, hacia un sistema alimentario resiliente e inclusivo.
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